No me cuentes del nuevo mundo
hablame de tu propio mundo
ese que se está desmoronando
ese que al resquebrajarse y romperse,
deja caer esas versiones tuyas que ya no te representan
ese que ya no podés sostener más
pues de continuar haciéndolo te cansa, te irrita, te enoja, te angustia profundamente
ese que ya no es el mundo que te cobija
sino que te aprisiona
que te encarcela
que te opaca
ese mundo que pide a gritos una actualización rotunda.
Hablame de ese mundo,
porque a mí me está pasando exactamente lo mismo.
Ya no quiero sostener lo insostenible
ya no quiero venderme lo que no quiero comprar más
no quiero mis viejas versiones, las amé, las dejé ir, pues ya no me representan
no quiero dar explicaciones de por qué ya no soy así o asá
no quiero crear justificaciones que debiliten mi necesidad de cambiar y transformarme
no quiero siquiera, a veces, contar lo profundo que es este cambio que estoy viviendo.
Sé que puede que estés pasando por lo mismo.
Y si bien no porque nos pase a muchos, duela menos
sin embargo, reconocer que nos está pasando, es eso:
reconocer que nos está pasando.
Ya ni siquiera se trata de ni por qué, ni para qué, o hasta cuándo así;
tal vez, es tan simple o tan complicado como poder decir: me está pasando esto.
Y como el verbo lo dice: está pasando...
porque pasará.
Y un día el pecho ya no estará oprimido,
la respiración será profunda
la mirada, clara
las fuerzas, renovadas
la conciencia, tranquila
y el mundo ya no será el mismo
porque habrá cambiado
al tiempo que vamos cambiando cada uno de nosotros
con y en todo lo que está pasando.
Recordemos... esto que está pasando
esto que nos está pasando
también pasará.
leo tu comentario :)
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