Amanecí recordando un sueño, al cual le puse de nombre: Generosidad
En el sueño observaba un árbol, un naranjo, llenito de frutos. Las naranjas eran re grandes, muy grandes, y sentía cuánto le pesaban al árbol.
Y una voz en off, en mi sueño decía: brinda tus frutos, no los retengas.
Y las palabras que aparecían eran generosidad, compartir.
Y aparecía mi abuela paterna: Pepita, diciéndome: ya no es desde el hacer, sino desde una actitud receptiva desde donde sucederá!!!
leo tu comentario :)
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